En más de una ocasión se me ha acercado algún amigo o conocido preguntando por la referencia de algún psicoterapeuta, y cuando reflexiono sobre mis preferencias a la hora de darles un nombre, me doy cuenta de que los que recomiendo cuentan con algunas características comunes. La mayoría son profesionales con experiencia (no confundir con edad) en el trabajo como psicoterapeutas; tienen una licenciatura/grado y formación en alguna corriente psicoterapéutica determinada ( aunque el tipo de orientación no es determinante en mi elección); me han hablado bien de ellos personas que han realizado algún proceso psicoterapéutico con ellos; y de una u otra manera he tenido algún tipo de contacto con ellos, ya sea en alguna formación, supervisión ( bien porque han sido compañeros o profesores míos) o en algún congreso.
Pero sobre todo la «prueba del algodón» para mí es que si tuviese que recomendar uno a un familiar o persona muy querida para mí lo haría sin dudar, porque me parecen personas responsables, serias, rigurosas en sus planteamientos y sensibles a las posibles necesidades de los clientes. En definitiva, me los puedo imaginar creando las condiciones necesarias para que la terapia pueda ser útil y significativa para sus clientes.
Si alguno de vosotros estáis pensando en comenzar un proceso de psicoterapia y os encontráis ante la importante decisión de elegir un buen psicoterapeuta, algunas de las ideas que he escrito antes quizá os puedan ser de ayuda pero también soy consciente de que no dejan de ser mis opiniones y que la preferencia por uno u otro también está influida por mi propia forma de ver el mundo y de relacionarme.
Por ello he buscado información ( sin intención de ser exhaustivo) que pudiera ser más objetiva y estas son algunas de las ideas que en mi opinión podrían de resultar de interés a la hora de buscar un psicoterapeuta:
1.- El profesional al que acudas debería tener una licenciatura o grado (psicología, medicina…) así como formación en alguna orientación psicoterapéutica determinada (cognitivo-conductual, sistémica, humanista, psicodinámica…). Sería además recomendable que fuese un profesional en continúo desarrollo y formación. Destacar en este punto, que en la actualidad en España no existe ninguna titulación que reconozca de manera oficial a un psicoterapeuta y que el requisito legal exigible para ejercer la profesión es ser Especialista en Psicología Clínica, tener la autorización de centro sanitario o el título de psicólogo generalista sanitario.
Así que una primera idea es que si estás pensando en acudir a un psicoterapeuta le puedas preguntar o buscar información sobre su formación, experiencia, acreditaciones, requisitos legales, etc…
2.- Es importante la solidez de los conocimientos teóricos del terapeuta pero parece que es aún más importante que te puedas sentir cómodo y comprendido con la persona con la que estás pensando hacer psicoterapia. La conexión con la persona con la que vayas a estar es fundamental y hay incluso investigaciones que han llegado a estimar que la persona del terapeuta es 8 veces más importante que su orientación teórica y el uso de técnicas específicas (1).
En este sentido, si notas que tras dos o tres sesiones no te sientes cómodo o no confías y conectas con el profesional que has elegido, háblalo con él o ella, o si lo crees necesario busca uno nuevo.
3.- Según Frank (2), las personas que desarrollaron procesos significativos con sus psicoterapeutas se sintieron comprendidas en un clima de confianza y esperanza, y en el proceso adquirieron informaciones nuevas que les permitieron mayores posibilidades de aprendizaje, se activaron emocionalmente y notaron un aumento de su sensación de dominio y autoeficacia.
Es importante que durante el proceso que lleves a cabo con el profesional te sientas comprendido y escuchado en un clima de seguridad. Deberá transmitirte confianza y esperanza, y a lo largo del proceso te tendría que ayudar a explorar para aprender nuevas formas de relacionarte contigo mismo y el mundo al tiempo que te mantienes conectado a tus emociones. Recuerda que el objetivo último de un proceso de psicoterapia sería, no solamente que desaparezca el malestar por el que consultas, si no que pudieras gestionar tu propia vida de manera satisfactoria, útil y significativa para ti.
4.- Según Ruiz (3), entre los requisitos que debería cumplir un profesional de la psicoterapia para desempeñar esta profesión serían el interés genuino por las personas, que se conozcan a sí mimos (autoconocimiento), el compromiso ético y el desarrollo de actitudes que favorezcan la relación psicoterapeutica como la calidez, la cordialidad y la empatía, entre otras.
Por ello el profesional que elijas, debería mostrar interés por lo que le cuentas y también sería recomendable que él hubiera estado en el papel de cliente o de profesional supervisado por otro con mayor experiencia. Parece importante que la persona con la que vas a trabajar sepa cómo es sentarse en la silla en la que tú lo haces, además de haberse asegurado de que ha desarrollado un alto conocimiento de si mismo. Respecto al compromiso ético es importante señalar que todos los psicólogos-psicoterapeutas están obligados al cumplimiento de lo establecido en el código deontológico, como una forma de garantizar unos mínimos.
5.- En cuanto a si la experiencia del profesional que elijas es determinante, los resultados de las investigaciones no son concluyentes. Parece existir una relación entre la experiencia del psicoterapeuta y determinados comportamientos asociados a un mejor resultado de la psicoterapia, como una mayor empatía y tendencia a la exploración o una mayor tolerancia a la expresión de emociones negativas por parte de los clientes. Sin embargo también se ha identificado que algunos factores que influyen positivamente en el resultado, como el compromiso y la comprensión, son independientes de la formación y la experiencia profesional.
Los psicoterapeutas competentes y con experiencia habitualmente han ayudado a un alto número de personas, por lo que te recomendaría que preguntes a familiares, amigos y conocidos que hayan hecho algún proceso psicoterapeutico. No siempre, pero es frecuente que las referencias más útiles puedan ser las de personas que hicieron un proceso psicoterapeutico, y si preguntas, es probable que incluso diferentes personas te puedan recomendar a un mismo psicoterapeuta con el que han hecho un buen proceso.
6.- Por último comentar que existen estudios que han intentado comprobar si es importante que el estilo del terapeuta y las características de los clientes se ajusten para que la psicoterapia alcance sus objetivo (4). Se entiende como estilo del psicoterapeuta, las características estables de este que incluyen aspectos como sus ideas, creencias, situación vital, experiencia de vida,relaciones interpersonales posición socicoeconómica, estilos afectivos o procesos emotivos y cognitivos … y que influyen en la comunicación terapéutica. Entre los resultados de algunas de estas investigaciones cabe destacar que los clientes con una mayor necesidad de «llevar las riendas» de su propio proceso se beneficiaron en mayor medida si trabajaban con un psicoterapeuta espontáneo y poco pautado y aquellos clientes con mayor tendencia a externalizar y actuar sus dificultades por contra, de un psicoterapeuta que propusiera sesiones y un proceso de psicoterapia más pautado y ordenado. (5 y 6).
Por tanto parece que a la hora de elegir un psicoterapeuta es importante dar con alguien con quien te sientas a gusto, pero que al mismo tiempo pueda complementar algunas de tus propias características sin que las diferencias en estilos pueda comprometer vuestra colaboración.
Realizar un proceso de psicoterapia puede ser una de las experiencias más importantes en la vida de una persona. Implicarse en el intento por conocerse más , vivir de manera más satisfactoria o aprender de las situaciones complicadas por las que uno atraviesa son objetivos que puedan marcar una gran diferencia. En mi opinión no existen psicoterapeutas que puedan trabajan con todo tipo de clientes, ni clientes que se vayan a sentir cómodos y conectados con cualquier psicoterapeuta. Sin embargo los psicoterapeutas profesionales y bien entrenados podrán establecer relaciones de calidad y colaboración con un mayor número de clientes, además de saber explorar y proponer experiencias que les ayuden a conseguir el cambio que desean.
Enlaces de interés:
Sobre la situación actual de la regulación de la profesión en España
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=5065
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=5074
Bibliografía:
(1) Bongar,B., Beutler, L. (Ed.) (1995). Comprehensive textbook of psychotherapy: Theory and practice. Oxford textbooks in clinical psychology, Vol.1. Oxford University Press. New York.
(2) Frank, J. (1982). Therapeutic Components Shared by all Psychotherapies. En: J. Harvey, M. Parks (Eds.), Psychotherapy Research and Behavior Change. Washington: APA.
(3) Ruiz, M.A. (1998). Habilidades terapéuticas. En: M.A. Vallejo, Manual de Terapia de Conducta, vol. I, Madrid: Dykinson.
(4) García, F., Fernández-Álvarez, H. (2007). Investigación Empírica sobre el estilo personal del terapeuta: Una actualización. Revista Argentina de Clínica Psicológica, vol. XVI, núm. 2, pp. 121-128.
(5) Corbella Santomá, S. (2002). Compatibilidad entre el estilo personal del terapeuta y el perfil personal del paciente. Tesis doctoral, Facultat de Psicologia, Ciènciesde I´Educació i de I´Esport Blanquerna, Universitat Ramon Llull, Barcelona
(6) Malik, M.L., Fleming, F., Penela, V., Harwood, M., Best, S. y
Beutler, L.(2002). Which therapist for which client? The interaction of therapist variation and client characteristics in affecting rates of change: An effectiveness study, Paper presentado en Annual Meeting of the Society for Psychotherapy Research, San Francisco.